viernes, 12 de septiembre de 2008

De picaflores y plantas carnívoras

Hoy me he levantado rebelde. Sí, señores, como lo oyen, me he levantado sintiéndome wonderwoman, catwoman o qué se yo, la increíble Hulka. No, no se piensen que he estado de buen humor y que mi día ha sido de tirar cohetes, petardos y demás parafernalia ígneo-festiva, no. Lo cierto es que he tenido un día (como diría Gemma) de perros finos en los que me he sentido como una soberana inculta y como la persona más mierda del mundo mundial. Supongo que llevo mal eso de ver que hay gente de mi edad que es sabia como Papá Pitufo mientras el resto de los mortales de la promoción del 2008 estamos elevados a la altura de Pitufo Tontín. Bueno, no sé, a lo mejor ése Papá Pitufo no sabe nada de libros o de... ¿qué sé yo? las islas que integran el Hawaii septentrional... o los tipos de taiga de la meseta central en época de sequía.
Pero ése no es el caso, señores. A mí las islas que integran Hawaii me interesan, hoy por hoy, lo mismo que el cuadrado del número pi (que no la fiesta del pi, aclárense señores).

Lo que pasa es que estoy ya un poco mosca de escuchar a mis amigas con problemas de amigas. Me explico. No es que sea una imbécil que no atiende ni quiere atender a los problemas de su gente. No es eso. Lo que pasa es que, antes o después, toooodo sigue su curso cíclico y cada... ¿dos meses? me llega la misma persona con el mismo problema, según ella, sin solución. Y siempre está relacionado con el género masculino. Lágrimas y más lágrimas por alguien que no se las merece. No es por generalizar ni nada, pero hay que reconocerlo: la mayoría son unos capullos integrales. De diez se salvan dos como mucho. O eso o que todas mis amigas se lían con el mismo (cosa que no me parece tan sorprendente visto lo visto ¬¬).

El problema es que somos tan sumamente... inocentes.... que siempre caemos tropecientas veces con la misma piedra. Yo no sé si todos los hombres son unos picaflores* o si todas las chicas estamos tan desvalidas como hacemos creer, pero creo que ha llegado el momento de que hagamos algo para defendernos. Y yo propongo la teoría de la planta carnívora. ¿Que qué gilipolleces estoy diciendo? Muy simple. Consiste en transformar a una Marie Sue (o margarita silvestre) en un dulce cáctus. ¿Que cómo se hace eso? Pegándose trompazos.
No, he llegado a la conclusión de que nuestro profesor de filosofía de primero de bachiller [alias David el Gnomo] tenía razón cuando decía: "Nenes, el sufrimiento es bueno". Y no penséis que hablo de sadomasoquismo, no. He llegado a la conclusión de que una solo aprende llevándose buenas ostias que te espabilen. He visto que NADIE (y cuando digo nadie me refiero a nadie, por más que lo niegue) aprende nada en su vida si no se cae y se vuelve a levantar. Nadie aprende a patear un trasero sin que se lo pateen primero, y eso es un hecho. O matas o te matan.

Y así es como sobrevive una planta carnívora. Atrayendo al pájaro picaflor con sus bellos colores y repartiendo encantos, y cuando ellos creen que te tienen ahí comiendo de la manita... ¡FLAP! patada en los cojones! (perdonadme por la expresión) Así, sin más. A demás de hacernos un favor a nosotras mismas, estaremos haciéndoselo a las demás. Seguro que a la próxima se lo piensa al acercarse a otra con las malas artes con las que nos engañó la primera vez.
Pero tampoco es cuestión de pasarse con la peña, ojo. Que hay chicos que son un encanto de personas pero, por unas cosas o por otras, las chicas nunca estamos interesados en ellos. ¿Qué les vamos a hacer? Normalmente somos tan súmamente soñadoras que nos atraen malos malotes y siempre pensamos que los haremos cambiar. Otra cosa que he aprendido: no creas en el Doctor Jekyll porque en el interior siempre permanece mister Hyde. Y antes o después, saldrá a la luz. Cuando ya dejamos de fijarnos en "que mono es Fulano" o "cómo mola Mengano" es cuando descubrimos a esas bellísimas personas que, hasta ahora, teníamos como los raritos.

No, no soy lesbi (ojo, que no tengo nada en contra de ellas!!!) y tampoco es que sea una feminista exacerbada, solamente es que estoy cansada ya de tanta tontería. Estoy cansada de los obreros cachondos, de los chistes machistas, estoy cansada de que en los anuncios de la tele se nos trate como objetos, estoy cansada del maltrato de género, estoy cansada de las mutilaciones a las niñas de África... pero sobre todo, estoy cansada de que no sepamos echar freno a esto.



¡Y RECORDAD EL DICHO, NIÑAS!
¡CUESTA MENOS UN BOFETÓN A TIEMPO QUE UN VESTIDITO PREMAMÁ!


(que últimamente también están muy sueltecitas las nenas, también)

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[*picaflor: ¿tú ves una abeja rondando de flor en flor? Pues la abeja tiene rostro de ente masculino]

2 comentarios! =D:

Rhaegar Targaryen dijo...

Tienes razón con decir que la mayoria de los tios somos unos capullos (me incluyo, sí). Yo he de admitir que acostumbro a tener bastante mala suerte con las mujeres (como dice no se que cancion de Fito: Vaya punteria, no te arrimas a una buena), y ya he pasado por varias relaciones de final bastante amargo. Aún asi sigo pensando que los tios somos bastante más retorcidos con vosotras que vosotras con nosotros, y que mientras creais ser más listas que nosotros, la relación marcha como queremos.

Un saludo desde Poniente.

Auryn dijo...

Cuanta razón tienes en casi todo complice, cuanta razón.