viernes, 8 de agosto de 2008

Tre metri sopra il cielo

Puede que Romeo y Julieta no solo existan en la imaginación de un loco llamado Shakespeare.

Esta noche no sabía qué hacer. No me apetecía salir a hacer lo mismo y lo mismo y lo mismo de siempre, así que me he quedado en casa a hacer lo mismo, lo mismo, lo mismo de siempre. Parecía que nada iba a cambiar...
Puede que en eso se haya convertido mi vida: en una sucesión de escenas iguales en las que solo cambia el decorado y el guión, pero no el sentimiento. Este vacío se alimenta de vacío, creando un círculo vicioso del que no hay salida. No quiero mirar a los lados para descubrir que puede que haya algo más ahí fuera. A veces tengo miedo de volverme a enamorar, y a veces tengo miedo de seguir sola.
Y lo único que puedo hacer es quedarme quieta, esperando.
Esperando a algún cambio que nunca llegará si no me muevo.

Cuando ya ha caído la guillotina sobre el cuello del condenado, ¿qué hay que hacer a parte de dejar rodar la cabeza del muerto? No se puede volver a poner en su sitio, no se la puede volver a coser sobre la espalda y pretender que todo siga igual...
A todos nos gusta pensar cuando estamos acostados en la cama, dando vueltas y vueltas, y más vueltas. Pensar. Pensar en cosas que no interesan cuando estamos rodeados de gente. Pensar en lo que es realmente importante.
¿De donde vengo? ¿A donde voy?
Realmente quiero regresar al punto de partida, para elegir otro camino.

Pero eso no puede hacerse. No puede borrarse el pasado como el trazo de un dibujo, como un grafitti pintado en una pared blanca. Y, aunque se haga, siempre queda la marca en el lienzo. A veces es una línea fina que solo se ve si le das la vuelta al papel. Otras veces la mancha sale una y otra vez a flote por mucho que la hundas, como si fuera aceite (o quizá petróleo) derramado sobre el mar.

Hoy he visto tres metros sobre el cielo.
Y me he permitido volver a soñar...
pero cuando ha llegado el final...
he despertado para volver a estar en esta silla de metal con el cojín verde, entre estas cuatro paredes pintadas de azul sobre el gotelé.

Y yo odio el gotelé.

3 comentarios! =D:

Anónimo dijo...

yoh!

lineas y curvas, sery no se si ser XD... eh ahi el dilema. Pero tienes suerte, pues para los que ya la monotonia ni nos parece ni nos importa, sta deja de existir, y las cosas que n' verdad deseas y quieres, dejan de ser y aparecer en el mismo lugar en el espacio que la costumbre te da, solo o acompañado llame a esta "rutina" mi caliente soledad. suerttebayo! n_n. saludos desde Perú. ^^

Ps. has visto LovCom?

Anónimo dijo...

A tres metros sobre el cielo es un libro de Federico Moccia, no?? Yo me he pedido uno nuevo que ha sacado que se llama "Perdona si te llamo amor". Tiene mu buena pinta pero hasta septiembre no lo podré devorar (carita tristona)...

No tengas miedo a enamorarte, tampoco tengas prisa. Cuando sea el momento llegará y seguro que es con la persona adequada :) Y entonces no volverás a saber más que es eso de ser "infeliz" o "soledad".

Bueno, bueno mi pequeña niña del pelo verdeamarilleado jj me piro a atender a su complice, que lleva una horita durmiendo pero se levanta para rechistarme ¬¬U En fin ... Besitusss

**** Este queso rancio tambien te quiere xD ***

Anónimo dijo...

Acabo de leer esta entrada de tu blog y me ha encantado. Acabo de leer Tres metros sobre el cielo y he acabado un poco deprimida jaja porque piensas "Como me gustaría vivir algo así" y sabes que eso nunca pasará. Me gustaría preguntarte cómo has conseguido ver la peli? es que yo la he estado buscando por internet y no la encontré además creo que solo está en italiano no? Gracias